DARIO ARGENTO CUMPLE SU PROMESA

Dario en su salsa, rodaje de La Terza Madre

La red anda revuelta desde que se supo que Dario Argento, el último maestro vivo del cine de terror italiano, ha vuelto a encerrarse en un plató a sus sesenta y seis años. Y no es que el autor de Rojo oscuro (1975) llevase largos años alejado de las cámaras, más bien todo lo contrario. El comprensible revuelo que sacude a sus fans estos días se debe a que la película que rueda actualmente, La Terza Madre (La Tercera Madre) es la largamente prometida conclusión de la trilogía de Las tres madres, formada por Suspiria (1977) e Inferno (1980).

Para todos aquellos amantes del Argento puro, el que parió Suspiria, a saber, el del terror duro, histérico, brutal, operístico y de psiquedélica orgía cromática, la carrera de éste oscilaba últimamente entre lo correcto y lo aberrante. En la presente década nos ha regalado algún pálido reflejo de lo que fue (Non ho sonno (2001)), pero sobre todo nos ha dejado hundidos en la miseria con truños del calibre de Il Cartaio (2004) o el ridículo telefilm Ti piace Hitchcock? (2005). Sus efectivas aportaciones a la serie de televisión norteamericana Masters of horror, con dos episodios, Jenifer (2005) y Pieles (2006), mantienen con tímida incandescencia el fulgor de una época que ya pasó.

A Jessica Harper (izq.) le invade un profundo sentimiento de horror en Suspiria (1977)

O no. De ahí el revuelo de sus miles de ciberfans, entre los cuales nos incluimos. El pasado mes de octubre inició el rodaje en localizaciones de Roma y Turín de La Terza Madre a.k.a The Mother of Tears. La trilogía toma como punto de partida la leyenda de las tres brujas, Mater Suspiriarum, Mater Tenebrarum y Mater Lachrymarum, soñada por Thomas De Quincey en su Confesiones de un inglés comedor de opio (1822), adaptándolas a un entorno contemporáneo. El arranque de La Terza Madre nos presenta a su protagonista, Asia Argento, afrontando la reencarnación de las cenizas de la madre de las lágrimas y su consiguiente lucha por poner fin a su pozo de maldad infinita.

Dario Argento's Inferno, 1980

La pregunta que todos nos hacemos se la formuló a Dario Argento un reportero de Fangoria en el mismo set de rodaje: ¿Por qué ahora, después de todos estos años? Argento responde: Tuve una gran experiencia con Masters of horror. Me dejaron hacer todo lo que quería y semejante libertad creativa hizo que mi imaginación se desbordase como una botella de champán en erupción. Redescubrí la furia que albergaba mi alma, los sentimientos que tuve de joven cuando dirigí Suspiria. Este hecho, mis sueños y un torrente de obscena inconsciencia me llevó a visualizar un moderno cuento de hadas para nuestros confusos tiempos, lleno de sexo sadomasoquista y violencia espeluznante.

Desde luego Dario, tras escuchar tus palabras, rompemos una lanza a tu favor y renovamos nuestros votos de confianza. Si es que en verdad, nos gustan hasta tus fracasos más sonados, al fin y al cabo un Argento siempre será un Argento. Nos consumimos de impaciencia por ver esa Terza Madre y nos concentramos en el cosquilleo que nos produce saber que el maestro ha vuelto por la puerta grande.

+Info en darkdreams, web oficial de Dario Argento.